RE: Todo sobre la Yamaha YZF R 125
Cito el análisis de Arpem, escrito por David García:
MINI R6 SIN CARNET
Las 125 deportivas han sido, tradicionalmente, impulsadas por potentísimos, apretadísimos y bastante delicados motores de 2 tiempos que hace ya más de 10 años rebasaban la frontera de los 30 caballos. Estamos hablando de la época dorada del segmento con modelos como la Gilera SP 01-02, Honda NSR, Cagiva Mito o la Aprilia RS 125 entre otras. Las únicas supervivientes de esos tiempos son las dos últimas italianas, aunque convenientemente actualizadas sobre todo en lo que hay emisiones de motor se refiere, lo que redunda en una de reducción de la potencia. Buena muestra de ello es que de serie ninguna rebasa actualmente esa treintena de caballos que hacían las delicias de los “teenagers” y fomentaron disputadísimas copas monomarca con motos prácticamente de serie.
La corrección política actual ha obligado desde hace ya tiempo a un giro en el concepto que se tenía como deportiva de esta cilindrada, pero además llegó el fenómeno de la convalidación que terminó de instaurar estos cambios que, fundamentalmente, se centraban en el motor. Los 2 tiempos, potentes y simples pero gastonas y con un alto nivel de emisiones (aunque sobre esto habría mucho que discutir…) han dado paso a toda una nueva generación de pequeños modelos deportivos, o más bien sport, que usan motores de válvulas. Como sabrás, el límite de potencia para el inmenso campo de usuarios de carnet convalidado (o sea, el de coche con más de tres años de experiencia) es de 15 caballos, lo que permitía desarrollar modelos con motores de cuatro tiempos provenientes de modelos urbanos sin rebasar el límite. Además, esto tiene el beneficioso efecto colateral de no obligar a instalar partes ciclo (chasis, suspensiones, frenos, etc.) tan desarrollados, exquisitos y caros como aquellas potentes 125 de antaño y, por lo tanto, son mucho más baratos. Es decir, mientras las 2T montaban bastidores doble viga de aluminio, discos sobredimensionados, horquillas invertidas, etc., muchas de las recientes 125 consideradas deportivas, con sus suaves y progresivos motores, pueden conformarse con chasís mucho más simples, un pequeño disco delantero y amortiguaciones “normalitas”. Todo esto logra una contención de precios que, a su vez, logra que el segmento sea más popular.
Pero faltaba algo. La nueva generación usuarios buscaba un verdadero modelo deportivo de cuatro tiempos que no existía en el sector… hasta el momento. Los más jóvenes querían una réplica más o menos real de las súper deportivas de gran cilindrada para introducirse en el mundo de la moto “racing”, mientras muchos usuarios convalidados ya adultos, que durante toda su vida han querido sacarse el carnet de moto pero no han podido, llevan años enamorados de un modelo de este tipo sin poder acceder a él y el mercado no les ofrecía nada de nueva generación.
Y aquí Yamaha ha tenido una idea genial, aunque relativamente arriesgada: desarrollar un motor de cuatro tiempos que marque una nueva frontera en el segmento de las 125 tanto en potencia como en funcionamiento y rendimiento general. Esto supone una inversión considerable puesto que exige desarrollar un modelo acorde con el nuevo motor, con buenos componentes que, al final, suben el precio final de un producto que tendrá que luchar contra una competencia más barata. Y todos tenemos claro que el segmento de las 125, sobre todo actualmente en que gran parte de los usuarios no son especializados, es un detalle fundamental.
ASEGURANDO LA VICTORIA
Si quieres hacer una deportiva pequeña, no hay nada mejor que tener una buena súper sport o/y superbike en que basar su diseño, aparte de una excelente imagen en el mundo “racing”. Y si hay alguna marca en el mundo que actualmente pueda permitirse ese lujo, sin duda una de ellas es Yamaha. De hecho, su máxima rival y prácticamente única representante del segmento era la Honda CBR 125, pero que ya cuenta con algunos años a cuestas, aparte de ser menos potente y no estar tan directamente basado en sus modelos más deportivos de cilindrada grande.
Yamaha ha ido directamente al centro de la cuestión y ha replicado casi exactamente sus R6 para lograr la 125 4T más deportiva y bonita de todas las que puedas encontrar actualmente. A este respecto, su única rival real sería la Aprilia RS, pero su motor es de 2 tiempos y, aunque en su versión “full power” tiene casi el doble de caballos que esta Yamaha, en su versión limitada a 15 CV para el mercado homologado (la de mayor venta, lógicamente) su rendimiento es menor y mucho menos refinado. Lógico, teniendo en cuenta que se está “ahogando” el motor para rebajar a la mitad su potencia. Además, la Aprilia es mucho más cara.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que la R6 esto una referencia en el mercado de las deportivas más radicales- además del atractivo que la marca tiene para cualquier usuario actualmente, desde los más jóvenes a los adultos que les gustan las motos a causa, entre otras cosas, por ser la marca pilotada por el omnipresente Valentino Rossi- esta YZF estaba destinada al éxito. Y así ha sido, puesto que a pesar de la bajada de ventas que se ha sufrido el año pasado, se ha vendido realmente bien. Argumentos tiene para ello, desde luego.
ARGUMENTOS PARA EL ÉXITO
Para vender una moto deportiva has de asegurarte dos parámetros: un diseño espectacular y un excelente motor. Yamaha los ha cubierto de la mejor forma posible. En cuanto al diseño, poco te puede decir que no veas en las fotos o que no haya visto ya rodando por nuestras carreteras. Su diseño compacto y agresivo recuerda perfectamente a la moto en que se basa-o sea, la R6- pero es aún, si cabe, más aerodinámica y compacta. Su escape corto y con salida por debajo del motor refuerza esta similitud, además de ayudar a la centralización de masas y al ahorro de peso. Para rematar, el colín afilado es todo un ejercicio de estilo que vuelve loco a cualquier amante de estas motos, rematado por un piloto trasero iluminado por infundibles leds que además consumen la quinta parte que cualquier bombilla.
Además, desde su chasis doble viga (de acero, eso sí, no de aluminio) hasta su basculante doble brazo asimétrico tipo ala de gaviota, pasando por su horquilla convencional pero con el pie de la botella sobredimensionado para simular una invertida o sus llantas multibrazo aligeradas, todo invita a sentirse sobre una deportiva extrema digna de cualquier parrilla de salida del Mundial. Bueno, puede que no sea para tanto, pero desde luego estamos ante una de las verdaderas pura sangre del mercado.
De hecho, si la ves desde lejos cuesta distinguirla de la supersport, aunque respecto a esto hay que comentar que su frontal se parece quizá más al de la superbike R1. No olvidemos que este modelo está diseñado especialmente por y para el mercado europeo, puesto que todo su proceso de desarrollo ha tenido como base la central de Yamaha Italia. Por lo tanto cuenta con los componentes fabricados por las mejores fábricas del mundo que, “casualmente”, son todas también italianas: frenos Brembo (con un disco de 290 delante mordido por un doble pistón y 230 detrás), llantas Grimeca o amortiguación Paioli que, por cierto, no tiene ningún tipo de regulación. Esto se compensa con un tarado realmente bien desarrollado para el uso de la moto, con la suficiente firmeza para una conducción deportiva y una comodidad válida para rodar por carretera incluso a dúo… si algún@ amig@ tiene la flexibilidad y el valor suficiente para encaramarse a este pequeño trozo acolchado que hace las funciones de asiento trasero.
EL MEJOR MOTOR
Y pasemos a lo que sea posiblemente el mayor valor añadido de esta moto y lo más difícil de desarrollar: su excelente motor. Se trata de un monocilíndrico totalmente nuevo con unas dimensiones 52 x 52,6 mm con todas las exquisiteces que se puede buscar en un motor deportivo actual: 4 válvulas por cilindro, refrigeración líquida y una excelente inyección electrónica que logra el milagro de desarrollar esos 15 caballos a 9000 rpm. que suponen la frontera de una 125 para el mercado homologado. Todo esto aderezado con con una progresividad admirable aunque sin perder un excitante tacto deportivo, unos consumos de mechero y una robustez mecánica que parece haber superado todas las pruebas, sobre todo la del usuario de calle.
Su potencia máxima y, repito, su excelente entrega de potencia, es más admirable si cabe teniendo en cuenta todos los sistemas de limpieza de misiones que incorpora. Así tiene dos catalizadores dobles en el sistema de escape más un sistema de inyección de aire.
Sin duda, es el motor más potente y adrenalínico de todo el mercado junto con el desarrollado por el grupo Piaggio que equipan las Derbi Mulhacén Café o la Terra Adventure, aunque en este caso todavía se emplea un carburador. Su arranque es perfecto, aunque con el clima siberiano de este invierno se ve obligado batir varias veces. Una vez despertado mantiene el ralentí totalmente estable y prácticamente puedes rodar con él (sin forzarlo hasta que se caliente, naturalmente ¡No seas burro!) desde el primer momento sin ninguna tos ni bache de potencia.
Como buena deportiva pequeña, su fuerte no son precisamente los bajos ni los medios, sino que has de llevarla por encima de las 9000 revoluciones para que realmente responda con fuerza, algo que ya te imaginas viendo sus cifras de par: 1,2 kgm. a 8000. El truco está en usar las marchas-con una buena caja de cambios que no falla- para salir de las curvas alto de revoluciones y cambiar casi a capón hasta casi llegar a las 10.500 que es donde corta. Así el motor no caerá por debajo de esas 8000 vueltas donde te encontrarás con falta de empuje. No obstante, si lo que buscas es una ruta tranquila o rodar por ciudad, puedes hacerlo perfectamente por encima de las 5000 que tendrás el rendimiento esperado. Por cierto, si te atreves a rutear con ella, y a pesar de lo estrecho de su asiento trasero, está bien pensada para poder fijar el equipaje con pulpos puesto que equipa buenos soportes en las estriberas para engancharlos.
En cuanto a la velocidad, en carreteras se pueden lograr puntas que rondan los 120, mientras en largos puertos o cuestas se quedará entre 100-110. Eso sí, el largo desarrollo de su sexta logrará lanzarte sobre los 130 en alguna pendiente.
ENTRE LA POLIVALENCIA Y LA ADRENALINA
Precisamente, uno de los ”quids” a la hora de desarrollar una deportiva extrema 125 4T es que sea eso, extrema, pero no demasiado. Es decir, que se logre un aspecto fiero y un buen rendimiento, pero que su posición, ergonomía y tacto de motor consigan hacerla útil para ir a clase (¿te imaginas llegar con ella al aparcamiento del instituto?) o, si eres un motorista con validado, a la oficina o el trabajo. O al gimnasio, o el cine, o tomar algo con los amigos, o lo que te dé la gana… vamos, una moto que se puede usar en el día a día pero que sea mucho más impresionante y, sobre todo, que te guste mucho más que un vulgar escúter.
A este respecto también hay que darles un 10 a los chicos de Yamaha puesto que han logrado una ergonomía suficientemente cómoda a pesar de sus líneas “súper racing”. De momento, al estar diseñada en Europa, está pensada para unas tallas ya razonablemente grandes, lo que no ocurre con muchos modelos que vienen del Lejano Oriente léase Japón, Taiwán o Corea. Por lo tanto, incluso un adulto de cierta envergadura se adaptará bien a sus medidas. Los semimanillares anclados directamente por encima de la tija o la acertada posición de las estriberas logran una buena manejabilidad sin dejarte los antebrazos ni la espalda en el intento, aunque en carretera lo cierto es que la afilada cúpula no protege mucho, pero habida cuenta de las prestaciones y velocidad punta del modelo tampoco es de preocupar. No obstante, si buscas algo más puedes recurrir al nutrido conjunto de complementos que Yamaha ha desarrollado para este modelo, desde tacos laterales y piezas de carbono hasta, a lo que nos referíamos concretamente, una cúpula tipo doble burbuja para lograr una mayor protección del piloto.
Realmente Yamaha ha conseguido un golpe de efecto con este modelo que encandila a un grupo tan grande de usuarios que resulta difícil de calibrar, porque aparte de los jóvenes más “racing” o los adultos homologados amantes de las deportivas, también tenemos a ese vasto y creciente mercado femenino que encontrará en esta YZF el modelo perfecto para colmar sus sueños: tener su primer contacto con el mundo de la moto y además sentirse “casi” como Valentino… lo que no es poco precisamente. Quien tuviera 16 años para poder disfrutar de ella, ¡aunque estoy seguro de que mi padre me la quitaría para darse una vuelta los domingos por la mañana!.
Lo destacable:
- Diseño.
- Motor.
- Consumos.
- Es el mejor modelo de su categoría.
- Comportamiento deportivo.
Lo mejorable:
- Respuesta en bajos y medios.
- Protección aerodinámica.
- Uso a dúo.
- Precio alto respecto a la competencia directa.
- Amortiguaciones no regulables.
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Alguien puede decir defectos, alegrías y mas detalles de la YZF?
Presiones de las ruedas, recambios mas usados, consejos... etc.
Vamos que se que hay muuuchos por aquí que la tienen!