Pues para mí también ha sido una experiencia buena y sigue siendo. Desde el 2013 que lo descubrí me di cuenta que las 125 eran las motos que me darían el empuje necesario para adentrarne en el mundo las 2 ruedas.
Aquí he vivido momentos de alegría, estrés y porque no decirlo de madurez.
Seguiré...