Fue una salida estupenda. Sin frío ni calor, rodando por la Alcarria tranquila y apacible, entre campos cerealísticos, adentrándonos en la zona de pizarra tan característica ya de las proximidades del Ocejón. ¡Una chulada! (Gracias, Bestiajez, por compartir la exploración conmigo. ¡Quiero más!).