Acércate al concesionario y le dices que te lo ajuste. Si te pone pegas le pegas un bofetón con la mano abierta y le repites la misma frase de nuevo. Antes de que pestañee, le sueltas otra igual pero con la otra mano, para que no lo vea venir. Y le dices en un tono conciliador que tu no tienes...